Tras conocer en carne propia los problemas relacionados con las drogas, el actor y cantante mexicano Pablo Montero compartió ayer su experiencia con internos del centro de rehabilitación para adictos Hogar Crea en Puerto Rico.
“Estoy muy emocionado. La última vez que estuve en un lugar como este no lo había comentado públicamente, pero estuve tres meses, y la verdad que aprendí mucho”, reveló Montero.
“Siento esa emoción por lo que viví allí, las personas que conocí, por lo que uno vive, por lo que uno aprende en esos lugares”.
Con nervios el artista se dirigió a 500 participantes del centro, que este año cumple 41 años dando servicios gratuitos de terapia educativa y espiritual a 3 500 residentes en diversos puntos de la isla.
Reconoció públicamente que durante su rehabilitación permaneció en un lugar parecido al Hogar Crea, pero pagó, y dijo que para enfrentar su “pesadilla” tuvo que acercarse a Dios.
“Fueron varios los mensajes que me mandó Dios”, afirmó Montero, quien opinó que “la señal” más fuerte fue su estadía en la cárcel por posesión de drogas.
En agosto de 2007 la Policía de Miami Beach lo detuvo por haber pasado un semáforo en rojo y haber girado a la izquierda en una calle en la que solo se podía doblar hacia la derecha. De acuerdo con el reporte policial, los agentes encontraron una pequeña bolsa con cocaína en su automóvil y Montero admitió que era suya.
Lamentó que durante su adicción se descuidó a sí mismo, a su familia, a sus verdaderos amigos y “fui aislándome de Dios”.
Montero se comprometió a seguir visitando el Hogar Crea para apoyar su labor social e incluso a darlo a conocer en su país. “Sí se puede”, gritó el artista, y los presentes respondieron con un enérgico “se puede”.
Complació a los presentes con dos canciones, lo que alborotó a las féminas que viven en el centro, se tomó fotos con sus admiradores y recorrió a caballo las instalaciones del Hogar Crea en la barriada Venezuela en Río Piedras, de San Juan. También participó en la actividad la primera dama de Puerto Rico, Lucé Vela.