El siglo de Torreon
En la primera banca un sereno Pablo Montero y su novia Carolina escuchaban atentos al sacerdote. Doña Mercedes y su hija la Nena (también llamada Mercedes) no podían reprimir las lágrimas... y no era para menos, estaban recordando a su querido Oliver en el primer aniversario de su fallecimiento.
La ceremonia litúrgica inició a las 6:00 de la tarde; Juan Carlos Esparza puso ese toque de esperanza y nostalgia con su canto.
Luego de una hora la misa terminó; los miembros de la familia recibieron la solidaridad y cariño de amigos, conocidos, primos, tíos...
"Estamos compartiendo con la familia el primer aniversario de mi hermano Oliver... este momento tan doloroso y difícil, apoyándonos unos a otros. (Oliver) ya no está físicamente con nosotros, pero siempre lo vamos a llevar en nuestro corazón", dijo un afligido Montero al término de la ceremonia.
También ayer, pero por la mañana, allegados a los Hernández acudieron al Km. 20 + 100, en el Ejido 20 de Noviembre para develar el Monumento por la Paz que doña Mercedes diseñó.
Fue en ese lugar donde hace un año Oliver perdió la vida, de ahí que su familia solicitó permiso para colocar un monumento que invite a la paz mundial. "Yo lo diseñé a mi posibilidad; lo hice con mucho amor para todos los que vivimos en Torreón", dijo la señora Mercedes, quien agregó que éste incluye 37 banderas que significan los años de su extinto hijo, cada una de ellas con un pasaje bíblico.
Las cenizas de Oliver Hernández permanecen en el hogar de su madre, en Torreón Jardín, donde le fue construido un sitio especial. "Es un altar, algo sagrado, ella (su mamá) las tiene ahí, es su voluntad y yo la respeto", dijo Pablo ataviado con un traje oscuro.
Hasta el momento las autoridades no han encontrado a los culpables de la muerte de Oliver Hernández, quien murió de un disparo, al tratar de ser asaltado.